No es solo la copa… es parte del ritual
En Vila Vins creemos que cada botella merece su momento. Pero para disfrutar al máximo de un gran vino, un whisky añejo o un champagne elegante, hay un detalle que a menudo se pasa por alto: la copa.
La forma, el material e incluso el grosor de la copa influyen en cómo percibimos los aromas, el sabor y la textura. En este artículo te contamos cómo elegir la copa adecuada para cada tipo de bebida, y por qué es mucho más importante de lo que parece.
1. Copa de vino tinto: volumen y oxigenación
- Forma: ancha, redondeada, con boca más cerrada.
- Objetivo: permite que el vino respire y que los aromas se concentren al llegar a la nariz.
💡 Ideal para tintos con cuerpo como un Rioja Reserva o un Cabernet Sauvignon. La forma amplia suaviza los taninos y mejora la expresión aromática.
Tip Vila Vins: Las copas tipo Bordeaux son perfectas para vinos estructurados. Si es un Pinot Noir o un tinto más delicado, opta por copa Bourgogne, más abombada.
2. Copa de vino blanco: frescura y precisión
- Forma: más estilizada, con menor volumen.
- Objetivo: mantener la temperatura fría y dirigir el vino hacia el centro de la lengua, potenciando la acidez.
💡 Perfecta para vinos como un Albariño, Chablis o Verdejo, donde queremos preservar la frescura y las notas cítricas o florales.
Tip Vila Vins: Evita copas demasiado grandes para blancos jóvenes. Una copa alta y ligeramente cerrada es la mejor aliada para vinos frescos.
3. Copa de espumoso: más allá de la flauta
- Flauta: alta y estrecha, mantiene la burbuja y dirige el aroma directamente a la nariz.
- Copa tipo tulipán: ligeramente más abierta, permite que el champagne o cava exprese mejor sus matices.
💡 Usar una flauta está bien, pero si estás disfrutando un Champagne vintage o un Cava de guarda, considera una copa tulipán o incluso una de vino blanco.
Tip Vila Vins: Para un Perrier-Jouët Belle Époque, una copa tulipán realzará los aromas florales y complejos mejor que una flauta.
4. Copa de cata de destilados: concentración y control
- Forma: tipo tulipán, de tallo corto o sin tallo (como la copa Glencairn).
- Objetivo: concentrar los aromas volátiles y permitir una cata pausada.
💡 Esencial para apreciar whiskies, rones, cognacs o mezcales de gama alta. Dirige el líquido con precisión y evita que el alcohol enmascare los aromas.
Tip Vila Vins: Para un whisky como The Macallan Time & Space o un mezcal como Siete Misterios Doba-Yej, una copa tipo Glencairn o Riedel Spirits marca la diferencia.
5. Copa de licor o digestivo: pequeña pero intensa
- Forma: pequeña, tipo tulipán o balón mini.
- Objetivo: controlar la dosis, concentrar aromas dulces o especiados y favorecer una cata lenta.
💡 Ideal para destilados como armagnac, grappa, amaro o liqueurs herbales. Aunque no es tan técnica como la de cata, su forma cumple su función digestiva.
Tip Vila Vins: Si estás sirviendo un licor de autor o un digestivo premium, no uses un vaso de chupito. Dale su protagonismo.
La copa no es un accesorio, es una herramienta sensorial
La copa adecuada no es un capricho: es parte del ritual de la cata, y puede realzar o arruinar una experiencia. En Vila Vins te invitamos a probarlo por ti mismo: sirve el mismo vino en dos copas distintas… y sentirás la diferencia.